No tener budinera no es excusa: hay maneras simples de hacer un budín casero igual de rico.
El budín casero es un clásico que nunca falla, pero muchas veces aparece el problema de no tener budinera. Lejos de ser un obstáculo, existen varias formas de reemplazarla y conseguir un resultado igual de esponjoso y sabroso. Conocé los detalles.
La respuesta está en adaptar lo que ya tenés en casa: cualquier molde resistente al calor sirve, siempre que esté bien enmantecado y enharinado. Incluso se puede improvisar con utensilios cotidianos que cumplen la misma función.
Algunas alternativas a la budinera son:
- Molde para torta o flan.
- Fuente de vidrio o cerámica apta para horno.
- Latas de conservas limpias, ideales para budincitos individuales.
- Moldes de silicona, que además son fáciles de desmoldar.
Con estos recursos, preparar un budín deja de ser complicado. Al final, lo importante son los ingredientes y la cocción: con cualquier molde vas a lograr un postre casero perfecto y sin complicaciones.