Mucha gente tiene esta práctica, pero la misma puede ser contraproducente en momentos puntuales. A continuación, conocé las razones para no hacerlo.
Dejar la llave puesta en la cerradura por las noches es una práctica común en muchos hogares, motivada por la creencia de que así se incrementa la seguridad. Sin embargo, expertos en seguridad advierten que esta costumbre puede ser contraproducente y hasta peligrosa.
¿Por qué no deberías dejar la llave puesta por dentro?
1. Obstáculo en emergencias
En situaciones críticas, como incendios o emergencias médicas, cada segundo cuenta. Si la llave está puesta por dentro, puede impedir que familiares o servicios de emergencia accedan rápidamente al interior, incluso si poseen una copia de la llave. Esto es especialmente preocupante para personas mayores o aquellas que viven solas.
2. Falsa sensación de seguridad
Contrario a lo que muchos piensan, dejar la llave en la cerradura no impide la entrada de intrusos. De hecho, puede facilitar el trabajo a ladrones experimentados que utilizan técnicas como el bumping o el uso de imanes para manipular cerraduras, especialmente si se trata de cilindros de embrague simple.
3. Riesgo de quedar fuera de casa
Si sales de tu hogar y olvidas que la llave quedó puesta por dentro, podrías encontrarte con la imposibilidad de ingresar nuevamente, incluso si tienes una copia de la llave.
En resumen, lo que parece una práctica segura puede convertirse en un peligro latente. Revisar y actualizar las medidas de seguridad en el hogar es esencial para proteger a quienes más queremos.