Un subproducto que antes se descartaba ahora tiene múltiples usos industriales y ecológicos.
Aunque durante años se tiraban sin pensarlo, las cáscaras de avellanas hoy se revalorizan como un recurso útil y versátil. Este residuo natural se reutiliza en distintas industrias gracias a sus propiedades físicas y químicas. Conocé sus usos principales.
Para qué sirven las cáscaras de avellanas y por qué se las considera un tesoro
Las cáscaras de avellanas se usan como biocombustible, material de construcción y hasta en cosmética. Por su dureza, alta capacidad calórica y composición rica en fibra, son ideales para fabricar pellets, abrasivos ecológicos, compost y productos exfoliantes. Además, su reutilización reduce residuos y favorece la economía circular.
En países productores como Argentina, esta tendencia está creciendo. En el sur, donde se concentra la cosecha de avellanas, varias cooperativas y pymes ya comenzaron a aprovechar este subproducto para generar valor agregado.
Los principales usos de las cáscaras de avellanas son:
- Biocombustibles sólidos, como pellets o briquetas.
- Sustrato para compost o abono orgánico.
- Material para productos de limpieza industrial o arenado.
- Ingredientes en cosmética, como exfoliantes naturales.
- Aislantes térmicos y acústicos, en la construcción sostenible.