Ese escalofrío que sentimos con una canción especial tiene una explicación científica fascinante.
Todos tuvimos ese momento: una canción nos eriza la piel o nos provoca un escalofrío. La ciencia llama a este fenómeno “frisson”, una respuesta fisiológica ligada a las emociones intensas. Conocé los detalles.
El plato típico argentino que se volvió “comida gourmet” en Europa
Investigadores de la Universidad de Harvard descubrieron que el frisson ocurre cuando la música activa simultáneamente las zonas del cerebro asociadas al placer, la memoria y la sorpresa.
Los sonidos o momentos musicales que más lo provocan son:
- Cambios bruscos de volumen o armonía.
- Voces emotivas o coros potentes.
- Melodías que despiertan recuerdos personales.
En resumen, cuando una canción te eriza la piel, tu cerebro está experimentando una descarga emocional parecida al enamoramiento o al éxtasis.