Las sucursales de VEA en Moreno y Castelar cerraron tras una fuerte caída en ventas; casi 80 empleados fueron despedidos o reubicados.
Los carteles ya cuelgan en las entradas de los locales de Vea de Moreno y Castelar, anunciando el cierre definitivo. Según fuentes gremiales, la decisión fue clara: “mantener abiertas esas sucursales ya no resultaba rentable”. En total, casi 80 trabajadores se vieron afectados: algunos fueron indemnizados al 100 % y otros aceptaron mudarse a otras sucursales del grupo.
Varios factores confluyen en el cierre:
- La facturación bajó cerca del 30 % respecto al año pasado, según denuncias sindicales.
- En el caso de Moreno, otro golpe fue el alto costo del alquiler del local, que la empresa consideró insostenible.
- En Castelar funcionaba en un predio propio, pero no escapó al deterioro general del negocio.
- Además, desde Cencosud (propietaria de VEA) se enfrenta una reestructuración nacional que también afecta otras cadenas del grupo
Desde SEOCA (Sindicato de Empleados y Obreros de Comercio de Zona Oeste) destacaron que, al menos por ahora, los despidos se manejaron sin conflictos mayores. No obstante, advierten que este episodio refleja una crisis que se profundiza en el comercio minorista, más allá del contexto político o promesas de inversiones.