Un alimento consumido desde hace miles de años volvió a ganar protagonismo por sus beneficios digestivos y nutricionales.
En un momento donde la alimentación saludable gana cada vez más terreno, un alimento milenario volvió a destacarse por sus efectos sobre la flora intestinal. Se trata del kéfir, un fermento natural originario del Cáucaso que se prepara a base de leche o agua. Conocé los detalles.
El kéfir contiene probióticos naturales que ayudan a equilibrar la microbiota intestinal, mejorando la digestión, el sistema inmunológico y la absorción de nutrientes. A diferencia del yogur, su fermentación es más prolongada y su contenido de microorganismos beneficiosos mucho mayor.
Los especialistas recomiendan consumirlo de forma regular para prevenir trastornos digestivos, reducir la inflamación intestinal y reforzar las defensas naturales. Además, su preparación casera es simple y económica, lo que lo convierte en una opción accesible para el día a día.
Entre sus principales beneficios se encuentran:
- Restaura la flora intestinal.
- Fortalece el sistema inmunológico.
- Favorece la digestión.
- Contribuye a una piel más saludable.
El kéfir, considerado “el yogur de los pueblos antiguos”, demuestra que lo natural sigue siendo una de las mejores medicinas para el bienestar intestinal.