Los jardineros recomiendan especies más resistentes frente al calor, la sequía y las plagas actuales.
Durante años las hortensias fueron protagonistas de los patios y jardines argentinos por su tamaño y sus colores intensos. Sin embargo, en los últimos tiempos los especialistas empezaron a recomendar otras especies más resistentes y fáciles de mantener. Conocé los detalles.
La razón principal está en el cambio climático: las olas de calor, las sequías prolongadas y las nuevas plagas afectan directamente a esta planta. Cada vez más jardineros coinciden en que la hortensia dejó de ser una opción práctica porque demanda cuidados excesivos y pierde rápidamente su encanto en ambientes hostiles.
Entre los problemas más frecuentes se destacan:
- Olas de calor que queman hojas y flores.
- Necesidad de riego constante en verano.
- Plagas y hongos favorecidos por la humedad.
- Suelo inadecuado que altera el color de las flores.
- Gastos elevados en fertilizantes y mantenimiento.
Frente a este panorama, aparecen alternativas más sostenibles que requieren menos agua y resisten mejor las altas temperaturas. Algunas de las más recomendadas son la lavanda, la adelfa, la santolina, la buddleja y el durillo, todas especies que aportan color y aroma sin tanta exigencia de cuidado.
De todas formas, quienes quieran seguir apostando por hortensias todavía pueden hacerlo si eligen variedades más resistentes, las ubican en media sombra y las protegen con riego por goteo y suelos ácidos. Para los expertos, ya no son plantas para llenar un jardín completo, sino detalles puntuales que hay que cuidar con dedicación.