La versátil Achillea millefolium es una opción confiable para sembrar en noviembre y lograr un estallido de flores en verano.
La Achillea millefolium —también conocida como milenrama— se destaca por su gran resistencia, su bajo mantenimiento y su floración que abarca buena parte del verano. Estudios señalan que esta planta soporta bien el sol pleno y suelos bien drenados, además de tolerar sequías moderadas. Al plantarla en noviembre podés darle tiempo para que arraigue bien antes de la temporada de más calor, logrando así que tu jardín se llene de color cuando llegue el verano.
Cómo plantarla y cuidarla para obtener mejores resultados
Recomendaciones clave:
- Elegí un lugar con sol pleno, es decir al menos 6 horas de luz directa por día.
- Prepará el terreno con buen drenaje: evitá que el agua quede estancada, ya que la planta no tolera suelos muy húmedos.
- Plantala en noviembre: en nuestro hemisferio sur esto permite que la planta desarrolle el sistema radicular durante el otoño/invierno antes del calor intenso.
- Cuidá el riego inicial (mantener húmeda la zona de raíces hasta que se establezca) y luego reducí la frecuencia: la Achillea es relativamente seca-resistente.
- Para que mantenga floración abundante y vistosa: eliminá las flores marchitas (“dead-heading”) y, cada 2-3 años, dividi el grupo vegetal para evitar que se vuelva demasiado denso.
Beneficios adicionales para tu jardín
- Aporta una paleta de colores cálidos y variados, desde amarillos hasta rojos y rosados suaves, dependiendo del cultivar.
- Es muy buena para jardines donde querés abaratar el mantenimiento: menos fertilización, menos riego, menos exigencias.
- Atrae insectos beneficiosos como abejas y mariposas, aportando vida al ecosistema del jardín.